CADA CUAL CON SU LABERINTO INTERIOR.

Miro dentro del interior y cuenta doy de un
laberinto que abruma mi intelecto.
Daniel




¿Qué es un laberinto? Según concepto propio el laberinto se concibe como una estructura indescifrable que posee múltiples posibilidades de búsqueda que se conjugan al no tener salida, otra concepción de laberinto seria la siguiente: es un edificio compuesto por pasadizos y habitaciones intrincadas, ideado para confundir a quien entre e impedir que encuentre la salida . Entre los laberintos más famosos de la antigüedad destaca el de Creta, una fantasía derivada, con toda probabilidad, de la complicada planta del palacio de Cnosos. Según la mitología griega, Dédalo construyó este laberinto para encerrar al Minotauro, una bestia sanguinaria con cuerpo humano y cabeza de toro. Otros laberintos clásicos fueron el de la isla de Lemnos y el situado en Clusium (actual Chiusi, Italia). Plinio también menciona el del templo gigante de Amenemhet III, en Egipto, situado delante de la pirámide de Hamara, que contaba con más de 3.000 recintos.

En los laberintos hay algo común, existe una perdida un extrañamiento de los recuerdos una búsqueda de significados ocultos; estas estructuras tienen muros tan altos que interrumpes nuestra percepción del mundo asiendo complicado el desciframiento del laberinto, otro elemento común que se encuentra en tales estructuras es el temor específicamente el de la soledad, también se podría afirmar que el desespero y la lejanía se unen para nublar la percepción de estos muros.
En concordancia teniendo como base lo anterior es afirmativo decir que desde el campo psicológico, mental y sensorial cada persona es un microcosmos que según la religión taoísta en china:”sostienen que el cuerpo humano equivale al mundo externo, pero en miniatura, estando presidido por los mismos dioses que gobiernan el Universo y dominan el microcosmos y el macrocosmos.” Entonces el microcosmos se compondría de conceptualizaciones, percepciones, ideologías, sentimientos y concepciones ético sociales del mundo; que de una u otra forma elaboraría una estructura caótica cotidiana configurada como un laberinto interno.

Es desde aquí que las personas naturales inmersas en la sociedad chocan entre ellas mismas con laberintos diferentes, es un compartir interno como se desarrolla en el ensayo de Michael Ende la Búsqueda. “Cuando Teseo va de puerta en puerta en busca del Monstruo, se convierte poco a poco en el Minotauro, este se lo ha incorporado” En pocas palabras cuando estamos en esa relación laberíntica con otros esquemas mentales encontramos mundos alternos que nos identifican en pequeñas peculiaridades como recuerdos comunes, saberes, intenciones… entonces asimilamos el símbolo del Minotauro y a cada momento nos convertimos de alguna forma en esas personas con las que nos relacionamos por eso asimilamos algunas de sus percepciones que nos son agradables, en pocas palabras asimilamos de una forma inconscientemente otras estructuras laberínticas.

Siguiendo la línea de ideas nace una pregunta ¿Cómo se relacionan estos laberintos? Como se mencionaba anteriormente la estructura del laberinto es variable e indefinida en si incomprensible por eso se intenta configurar unos senderos o unos caminos por donde se viaja por ello en el ensayo Laberinto extremo de Gabriel Arturo se afirma que “los sendos del laberinto sirven para hacer la travesía del laberinto, para perderse, desorientarse sentir el animo alterado” ese animo es el punto vital común, entonces cuando cada cual constituye unos senderos en su propio laberinto interior se convierte tan infinitamente extenso que puede trastocar otros laberintos y de esta manera entrecruzares y por ende relacionarse.

A manera de conclusión cada cual debe tener su laberinto y en el transcurso de la vida buscar por medio de los senderos los objetivos vitales, respondiendo a la pregunta ¿Cuál es el objetivo de cada uno en el mundo? Pero cuidado con la búsqueda por que corremos el peligro de ser asimilados por otros laberintos que se conforman en la sociedad.